Yo, en el viento, soy viento,
en la risa, soy viento,
en el llanto, soy viento,
en tus senos: pienso,
en tus cuevas: pienso
y me escondo.
Yo, en el aire, soy aire,
y observo, te observo,
desdeño tus carnes,
tus desdichas: no disfruto,
tus alegrías: no celebro,
no puedo, no soy quien
las causa.
Yo, en el tiempo, soy memoria,
y me acuerdo de todo,
de lo que quieres, lo que no,
lo que no sabes,
lo que no sabrás...
Yo, en tu amor, soy nada,
y lo comprendo,
lo conozco,
lo acepto, - acepto todo-
y conozco más de lo que imaginas,
y comprendo más de lo que puedes,
conozco todo.
Yo, en la luz, desaparezco,
vengo de la oscuridad absoluta,
y necesito las sombras,
para vivir, seguir existiendo,
seguir sabiendo,
lo que fue,
lo que es,
lo que será...
Yo, vivo un día más, un año más,
un millón... más...
y caigo hacia arriba,
me dejo llevar,
soy aire, soy viento,
soy tiempo, soy historia.
Yo, soy el Silfo eterno,
mis ojos nunca se cierran,
y mi pensamiento nunca cesa,
mi maldición es mi existencia,
el saberlo todo hace todo gris.
Yo, soy el que fui,
no puedo ser otro,
estoy aquí, y no me iré,
conozco tu nombre,
conozco los hechizos,
y solo observo, siempre,
siempre...
Apar A'sejics.
